El día antes prepararemos la trufa. Ponemos al fuego 200 ml de nata líquida y añadimos el chocolate negro y un chorrito de licor cuando comience a hervir. Removemos hasta que se derrita y reservamos hasta el día siguiente.
Cortamos los bizcochos de modo que obtengamos 3 planchas de cada uno de ellos.
Ponemos una plancha de bizcocho y la untamos de abundante crema de avellanas, luego ponemos otra plancha y repetimos el proceso hasta que acabemos con la última plancha de bizcocho.
Con unas varillas montamos la trufa y decoramos los bordes de nuestra tarta con ella.
Preparamos el caramelo poniendo al fuego el azúcar y el agua. Esperamos hasta que tengamos un caramelo dorado y entonces le añadimos 120ml de nata líquida (que habremos calentado en el micro) y la mantequilla. Llevamos al fuego, removemos y en cuanto se ponga a hervir lo retiramos y dejamos que se enfrie (estará aun muy líquida para utilizarla).
Una vez el caramelo frío lo vertimos sobre la tarta, reservamos por 30 min y después hacemos los cortes con el cuchillo para que se vean las porciones.
Le ponemos algun detalle más con la trufa y reservamos en la nevera hasta el momento de servir.